¿CONOCES COMO ESTÁ LA CRISIS DE AGUA EN MÉXICO?

La Ciudad de México enfrenta un gran reto de acceso al agua y de desequilibrio de disponibilidad en diferentes zonas, lo que da lugar a que existan Alcaldías que, por su ubicación, se abastecen por tandeo o que incluso no cuentan con una conexión a la red de suministro.

Aquí te explicamos el por qué la captación y potabilización de agua de lluvia puede ser la solución más viable.

Lo anterior, entre otros factores más, implica que solo el 72.6% de los habitantes de la ciudad cuenta con agua diaria en sus hogares; alrededor de 2 millones de personas la reciben solo algunos días de la semana, y el 26% no recibe agua en cantidad suficiente.

Los acuíferos del Valle de México son la principal fuente de abastecimiento de la Ciudad y su Zona Metropolitana, mismos que, sin embargo, sufren una fuerte sobreexplotación que se estima en un déficit acumulado de 783 millones de metros cúbicos anuales.

Asimismo, la Zona Metropolitana recibe otra parte importante de su abastecimiento de fuentes externa.

El 42% de este volumen proviene del Sistema Cutzamala (que aporta el 30%) y del valle de Lerma (un 12%), aunque cabe destacar que este suministro tiene costos muy importantes de energía eléctrica para el bombeo y mantenimiento de la infraestructura.

Debido al crecimiento poblacional en la región, para la próxima década se tendrá que dotar agua a 2.7 millones de personas más (de acuerdo con cifras de CONAPO), y se esperan escenarios de alta incertidumbre para cubrir las necesidades básicas de agua de la población.

Se requiere impulsar políticas y acciones que contribuyan a complementar el servicio público de agua de la Ciudad de México, a través de fuentes alternativas para ampliar la cobertura y el acceso al agua en la cantidad y calidad necesaria en las zonas que carecen de ella.

La cosecha de agua de lluvia es una de estas opciones, viable y necesaria. Cada año, durante los meses de mayo a octubre, miles de millones de litros de agua se van por el drenaje y lo que es peor, provocan graves inundaciones. ¡Se desperdician! Cosechar agua de lluvia ofrece una solución sencilla, práctica, probada y no costosa, que pudiera proveer de agua hasta por 6 meses en espacios como viviendas y escuelas.

Esta solución ayudaría a contar con agua adicional para actividades como agua para uso personal (aunque no para su consumo), la limpieza de exteriores e interiores, servicios sanitarios, lavado de ropa, y mantenimiento de áreas verdes.

Además, con un sencillo proceso de potabilización, el agua de lluvia puede ser utilizada para todos los servicios de un inmueble (Regadera, tarja de cocina, lavabos, lavadora, etc.)

Y sobre todo, cosechar el agua de lluvia en lugares en donde no hay la cobertura suficiente y, por tanto, existe escasez, permitiría a que las familias y miembros de las comunidades escolares cuenten con el líquido necesario para satisfacer sus necesidades básicas e, incluso, para estar preparados ante una crisis sanitaria como la que nos enfrentamos ahora.

La Cosecha de Agua de Lluvia en la Ciudad es una herramienta que contribuye a atender el reto de acceso al agua de la población, así como mitigar riesgos asociados al agua como inundaciones, y a combatir la sobreexplotación de los acuíferos, al evitar que se extraiga más agua para dotarla a las personas.